La seborrea y la piel acnéica suelen ser dos patologías que acostumbran a ir de la mano. Son propias de la adolescencia, pero también se puede dar en mujeres y hombres mayores de 25 años. Constituye un factor de riesgo para la posterior aparición del acné, en especial cuando se une a la hiper-proliferación bacteriana y la hiper-cornificación, añadiendo la formación de comedones. Estos constituyen el primer escalón para que desarrollen las lesiones inflamatorias.
La piel con tendencia acneica suele presentar brillo, mayor tamaño del poro (con o sin comedones), formación de cicatrices atróficas por lesiones inflamatorias especialmente en las mejillas. La polución, las células muertas, las secreciones sebáceas excesivas y la suciedad son agentes que afectan a la piel provocando la obstrucción de los poros. Además, este hecho acelera el proceso de envejecimiento de la piel mostrándola apagada y asfixiada.
Nuestra recomendación: Tratamientos purificantes e higiene facial oxigenante con doble acción detoxificante.
- A nivel externo: Ayuda a eliminar las impurezas que se acumulan y cubren la piel.
- A nivel interno: Elimina las toxinas que las células generan y reduce su futura formación; Mejora el proceso de respiración celular; Favorece el transporte de oxígeno en la piel.
Con este cuidado específico conseguimos una mejora global del estado de la piel a todos los niveles. Es fundamental dar a cada piel lo que necesita para mantenerla sana y bonita.
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