Los agentes medioambientales juegan un papel esencial en el desarrollo de la sintomatología. Los cuadros de estrés, los cambios hormonales, muchas veces las causas de esta sensibilidad están relacionadas con factores intrínsecos (presentes en la propia persona).
Las pieles sensibles suelen ser más comunes en mujeres de entre 20 y 55 años. Estas pieles suelen ser más delgadas que el resto, tienen un nivel de hidratación muy bajo, la circulación capilar alterada y muy influyente es la perdida transepidérmcia del agua (TEWL).
La función barrera de nuestra piel se ve también alterada con esa pérdida y como consecuencia su sistema de defensa baja, de ahí que para salvaguardar su cometido de defensa sea necesario siempre utilizar productos que respeten la acidez de la piel (PH5). Las últimas estadísticas demuestran que se trata de un cuadro que está en pleno aumento debido al ritmo de vida que llevamos. Según estos datos afecta al 50% de las mujeres y a al 40% de los hombres.
A la hora de elegir los cosméticos se debe ser extremadamente precavido, de ahí la importancia de un buen diagnóstico hecho por un profesional y siempre tratando cada caso de forma personalizada.
Ángela Jiménez
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